Claves de la nueva Ley de FP para docentes de hoy
Compartimos parte del artículo publicado en el BLOG de WeKAb que resume el Podcast de “LearningAdvisors” en el que Juan Diego Pereiro y Ana Gallardo, vocal de EDUCAM, hablan sobre la nueva Ley de Formación Profesional.
¿Por qué hay una nueva ley de Formación Profesional?
La Ley de Formación Profesional anterior es del año 2002 y en ella se planteaban retos que, aunque se podían vislumbrar no se veían con la misma intensidad con la que se ven ahora (transformación digital, transformación ecosocial,…).
La situación demográfica ha cambiado mucho, ya que el número de personas que van a acceder estos años al mercado laboral es mucho menor que hace 22 años. Por ello, es muy importante que estas personas que se van a incorporar a la vida laboral lo hagan adaptándose perfectamente a lo que demanda el mercado.
Además, esta nueva ley tiene en cuenta una realidad en la que el nivel de desempleo es bastante significativo y las empresas no encuentran el talento que necesitan. Por eso, se propone un nuevo modelo en el que la gente no estudia Formación Profesional a los 17/18 años y ya se queda en eso, sino que se busca un concepto de formación permanente que te permita hacer cambios significativos a lo largo de tu vida laboral.
El reconocimiento de la experiencia en la FP
El reconocimiento de experiencia y competencias profesionales ya se daba en la antigua ley de Formación Profesional, pero era limitado y marginal. La nueva ley lo contempla como un elemento fundamental de la capacitación de profesionales y obliga a que este reconocimiento de competencias esté abierto de forma permanente para que se pueda solicitar en cualquier momento.
La dualidad de la Formación Profesional
Uno de los aspectos clave de esta nueva ley de Formación Profesional es la dualidad de la enseñanza, es decir, el complementar la enseñanza en el aula con la enseñanza práctica en la empresa. Con esto buscan mejorar el aprendizaje a lo largo de la vida e involucrar a las empresas en la formación de las personas trabajadoras.
Así, la nueva ley recoge que obligatoriamente que un mínimo del 25% de la formación que va a recibir alguien que se está formando a través de la formación profesional, será a través de la empresa. Además, la ley contempla que se pueda hacer de carácter intensivo y sea superior al 35%.
¿Cómo se materializa esta ley?
A la hora de materializar esta nueva ley, el cambio más significativo es la fusión de todos los subsistemas de Formación Profesional en uno solo. Antes había una formación profesional reglada (la de los institutos y los centros de formación profesional) y la Formación Profesional para el Empleo que es la formación de las personas trabajadoras y desempleadas en el entorno laboral.
Así, queda un solo sistema que comparte mismas cualificaciones, mismas familias profesionales, mismos módulos formativos y por lo tanto, permite que se generen itinerarios transversales.
Los títulos de formación profesional se materializan en grados (A, B, C, D y E). Los Grados C son los antiguos certificados de profesionalidad, los grados D son los antiguos grados de formación profesional, y los grados A, B y E son nuevos. Estos nuevos grados están perfectamente relacionados con los que ya existen, por lo tanto se van a poder certificar competencias básicas e ir añadiendo la acumulación de competencias.
¿Qué cambios para el profesorado trae la nueva ley de FP?
En el mundo de la Formación Profesional hay perfiles formadores de todo tipo. Quienes prestan su formación en centros de formación reglada y tienen perfiles similares a los de cualquier docente del sistema educativo, van a tener que adaptarse a una nueva situación y una nueva forma de enseñar a través de competencias.
Con docentes de Formación Profesional para el Empleo, la adaptación es más fácil porque aquí se estaba ya trabajando por competencias. Por lo que en el tema de los grados C habrá pocos cambios.
Ha habido mucho revuelo en la carrera docente porque lo que sí pretende esta ley es una capilaridad entre los centros. Es decir, todos los centros que ahora imparten algún tipo de formación profesional podrán, a partir de ahora, impartir todos los tipos de formación profesional, así que lo que hace la ley es decir qué tienen que cumplir estos centros y, como consecuencia, la ley también dice qué requisitos docentes se deben cumplir para poder impartir estos nuevos grados.
Pero la ley es consciente de que no se puede formar a docentes de la noche a la mañana, por lo que plantea la opción de poder formarse y recualificarse. Además, se crean nuevas figuras docentes como la de docente experto, experto de empresa, especialista…
El colectivo actual de docentes de grado C, de Certificados de Profesionalidad, deberían poder pasar a dar directamente los grados A, B y C. El profesorado que imparte actualmente los grados de Formación Profesional podrá impartir a partir de ahora todos los grados de la A a la E.
En conclusión, la formación profesional está en un punto de inflexión. Abarcar todos los ángulos, desde el encaje entre formación y mercado laboral, hasta el reconocimiento amplio de competencias adquiridas de manera formal e informal, será clave para un futuro prometedor.
Puedes leer el artículo completo en el Blog de Wekab